3. Factores devocionales que disgregan
De varias maneras las multitudes contemporáneas son vistas y tratadas como minorías. Existen formas socio-culturales enraizadas en el cristianismo, vivencias hierofánicas en pueblos mestizos, muchedumbres creyentes aunque sin iglesia. En lo cotidiano, cada sector humano lucha por derechos universales. Se constatan rasgos particulares y a la vez universales, en las minorías que llenan ciudades y regiones del continente[13].
[13] Aquí no es posible considerar minorías específicas con rasgos que suscitan largos análisis; como migrantes internos y externos, afrodescendientes, indígenas en regiones mestizas, minorías sexuales, asociaciones ecológicas, minorías políticas, etnias, asociaciones culturales.
Éstas minorías manifiestan factores transversales, tales como privatizarse como sujetos, subordinarse a sectores pudientes, conjugar símbolos de diversas fuentes culturales. Son multitudes fragmentadas en incontables entidades, con dinámicas funcionales al orden económico-cultural. Esto conlleva comportamientos que privilegian lo privado, e iniciativas aisladas y carentes de proyecto común. A esto se suma la problemática de instancias y doctrinas religiosas que sustentan el ser minorías dentro de las muchedumbres.
Vale anotar factores de carácter devocional. En la amplísima red mundial de Radio María, el Padre Livio Fanzaga (Director-Adviser) dice: “ayudemos a la Virgen para la salvación de las almas… ella quiere salvar a todas las almas y dar a la humanidad un futuro de paz y de prosperidad”; en paralelo, hay un mensaje de Medjugorje: “hijitos, están demasiado apegados a la tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás los agita como el viento lo hace con las olas del mar”[14]. Estos y otros programas mariano-católicos tratan a los beneficiados como ´almas´, como individuos en una multitud.
[14] Integrante de WORLD FAMILY Radio Maria ONLUS (acceso 21/sept/2016). Es sorprendente como María es considerada salvadora de almas y promotora de prosperidad.
Por otra parte, el Boletín Un Rosario por Chile, propone esta devoción mientras corres, en el automóvil, mientras limpias, sacas el perro a pasear, tu hora de almuerzo, un paseo a solas, antes de dormir, en la iglesia, mientras estas esperando[15]. Otro caso: la vidente Catalina Rivas difunde mensajes atribuídos a Dios: “Mi bendición para todos los proyectos materiales y espirituales que emprenda, si son para el bien de su alma”, y “el alma que conserve una verdadera devoción a Mi Presencia en la Eucaristía no se condenará”[16]. Estas actividades están encuadradas en redes internacionales de individuos.
Se tratan de acciones disgregadoras; no apuntan a dignificar y solidarizar a gente empobrecida y subordinada. Amplias redes digitales y agentes locales logran infiltrarse en las multitudes. Ellas suelen estar a cargo de élites laicas y eclesiásticas, con inmensos recursos económicos, y con peso en medios de comunicación de carácter planetario.
[15] Boletín Un rosario por Chile (Santiago, agosto 2016, ´9 ideas prácticas para rezar el Rosario´, pg. 3); reproduce lo dicho en www.catholicnewbie.com (sin incluir el rosario “in the shower” y “while exercising”).
[16] Boletín Adoración Eucarística en Chile (Santiago, nº 10, 2016, pg.1); integrante de Apostolado de la Nueva Evangelización (textos de Rivas en inglés y español) www.casitasdeoracion.org,www.jesucristovivo.org y la gama de páginas web con incentivos espirituales.
4. Desplazamientos de lo sagrado
Hoy predominan vivencias personales, con vínculos a simbologías y estructuras universales. Por un lado, hay un enjambre de asociaciones creyentes, y por otro lado, en los vastos espacios seculares las mayorías reconfiguran lo espiritual. Hay diversos espacios humanistas; hay muchas dinámicas religiosas sincréticas. Se cultivan plurales formas socio-culturales (que algunos catalogan como eclécticas, relativistas). La actividad eclesial atiende grupos y multitudes. Las mayorías latinoamericanas son creyentes ´a su manera´. No son indiferentes, ni areligiosas, ni poscristianas.
Algunos hablan de la disminución y hasta desaparición de las religiones. Más bien, a nivel mundial (y en América Latina) sobresalen transformaciones y desplazamientos. Es iluminadora la labor de Alberto da Silva Moreira y otros[17]. En un mercado de bienes de salvación se sacraliza el comportamiento humano (ritos, festivales artísticos, deporte, turismo, la media). Las instancias sociales “produzem símbolos, sentidos, crenças, explicaçôes sobre o real, rituais e mitos, prôpoem valores, estilos de vida, figuras para a imitaçâo, a fidelidade e mesmo a devoçâo das pessoas”[18]. Son vivencias con marcos económico-culturales; son sacralizaciones planetarias del capitalismo que subordina a minorías y mayorías. Geraldine Cespedes denuncia “el mercado global… que ordena la vida de la gente, que ofrece bienestar y felicidad, que da seguridad y que incluso ofrece un sentido de transcendencia”[19].
En otros términos, lo secular tiene adherentes y suscita emociones neo-religiosas. Proliferan las opciones de participar en el mercado de bienes de salvación. No sólo existen Imágenes católicas que ayudan a devotos; hay numerosas fuentes de sentido y poder que brindan felicidad y bienestar. Existen promesas seculares y posmodernas que compiten con modos de adhesión al Dios de la Vida.
[17] Retomo el ensayo de Moreira “O deslocamento do religioso na sociedade contemporánea”, Estudos da religiâo, 34, 2008, 70-83. Moreira ha organizado obras colectivas: O capitalismo como religiäo (Goiania: PUCG, 2012), O futuro da religiäo na sociedade global (Sao Paulo: Paulinas, 2008), Para uma espiritualidade leiga (Sao Paulo: Paulus, 2010), Misticismo e novas religiôes (Petrópolis: Vozes, 1994), A religiäo na midia e a midia na religiäo(Goiania: Editora America, 2012).
[18] Moreira, “O deslocamento…” pg. 72.
[19] Geraldine Céspedes, “Nuevos hilos para un nuevo tejido. A 50 años del Vaticano II, y 40 años de la Teologia Latinoamericana y Caribeña”, Agenor Brighenti. Rosario Hermano (eds.), La teología de liberación en prospectiva, Santiago: UCSH, 2014, 46.
No sólo hay competencia y sustitución. También lo cristiano “favorece o deslocamento e a reconfiguraçâo de sua herença simbólica em diferentes formas históricas”[20]. La fuerza de la encarnación y de lo sacramental conlleva transformaciones espirituales en cada época y región del mundo.
[20] Moreira, “O deslocamento…”, pg. 80.