« Exigencias espirituales desde minorías subordinadas » – D. Irrarázaval

5. Buena Nueva desde los márgenes

Personas y asociaciones que constituyen gran parte de la humanidad tienen deseos de libertad y solidaridad. Sin embargo, abundan deslumbrantes objetos y símbolos para un éxito a costa de los demás, para acatar discriminadoras lógicas del mercado, para poner lo espiritual en lo íntimo. 

De hecho interactuamos con ´otros´ modos de sentir y pensar. Cada persona que sigue las huellas de Jesús deja de ser un ente aislado, logra cambios en uno mismo y los demás. Vale decir, al conjugarse con los demás (y en especial entre ´minorías´ y diferentes) ocurren transformaciones.

Los fundamentos provienen del Evangelio. En cada contexto es posible la liberación, como la del samaritano y el maltratado (Lc 10:33-35). El trasfondo es el actuar de Dios que hace salir el sol sobre malos y buenos (Mt 5:45) y abraza misericordiosamente (Lc 15:1-32). Jesús proclama felices a sujetos que forman parte de mayorías sufrientes (Mt 5:3-12). Con estas perspectivas las mal llamadas ´minorías´ pueden ser consideradas como más amables, en las que Dios sale al encuentro (como lo indica la parábola del juicio en Mt 25:31-46). 

En las Américas, minorías que son mayorías originarias y mestizas, están reconfigurando la reflexión creyente. En contextos de inequidad y racismo, de maltrato de la mujer y la juventud, es sopesada la Buena Nueva dirigida a personas y comunidades postergadas. Aunque frágiles y fragmentadas, ellas manifiestan energías creyentes. Ellas revelan cómo es Dios en los márgenes donde aflora la esperanza de vida. Las invisibilizadas minorías tienen sabidurías con inagotable calidad evangelizadora; por ejemplo, la pequeña y potente red de comunidades (con sus encuentros ecuménicos e intereclesiales) y las reflexiones creyentes[21].

En situaciones de subordinación, de resistencia, de esperanza, son asumidos desafíos teológicos. Se redescubre el cristianismo como `desestabilizador` para privilegiados y como ´empoderador´ para minorías (¡que constituyen mayorías!). Según la Buena Nueva, reconocer al otro es encontrarse con Dios. “O Misterio se esvazia para poder estar totalmente no outro”[22]. En lo marginal y minoritario ocurre la encarnación.  Al ubicarnos en la práctica ´minoritaria´ de Jesús y las primeras comunidades, se tiene a la mano la llave hermenéutica para encarar desafíos de hoy. Las minorías-mayorias latinoamericanas interpelan a las iglesias, a fin de escuchar exigencias que vienen de abajo y tienen calidad universal. Ello implica confrontar formas neo-espirituales en lo secular globalizado. Al optar por el Evangelio, la comunidad cristiana toma distancia de falsas transcendencias. A fin de cuentas, la reflexión de fe con respecto a las minorías remite a la obra de Jesús que, ubicada en lo más pequeño, ha proclamado la salvación dirigida a todo el universo.

[21] Véanse Luiz Carlos Susin (org.), Sarça ardente. Teologia na América Latina, Sao Paulo: SOTER/Paulinas, 2000; Sergio Torres G., Carlos Abrigo O., Actualidad y vigencia de la teología latinoamericana, Santiago: UCSH, 2012; Agenor Brighenti. Rosario Hermano (eds.), La teología de liberación en prospectiva, I Congreso,  Santiago: UCSH, 2014; Socorro Martinez, Oscar Elizalde, Rosario Hermano, Iglesia que camina con Espíritu y desde los pobres, II Congreso, Montevideo: Amerindia, 2016.

[22] Leonardo Boff, Cristianismo, o mínimo do mínimo (Petrópolis: Vozes, 2011), 39.


Author

Diego Irarrázaval asesora programas sociales y eclesiales (1975 al 2004 en Peru y otras latitudes; 2005 al 2016 en Chile y otros lugares). Ha dirigido el Instituto de Estudios Aymaras (1981-2004) y coordinado la Asociación de Teologos/as del Tercer Mundo (1995-2006). Libros: Religión del pobre y liberación (Lima, 1978); Itinerarios en la Fe Andina (Cochabamba, 2013); Levadura en la Harina (Bogotá, 2015). Enseña en la Universidad Católica Silva Henriquez, y es vicario parroquial. 

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