« Miradas Teológicas en la Literatura Latinoamericana »

por Carmiña Navia Velasco


La literatura y el arte en sus distintas formas siempre han expresado el sentimiento religioso. La cultura occidental de muchos siglos es una cultura que prioritariamente representa el mundo de la cristiandad. Más que hablar de expresiones teológicas podemos hablar de que las creencias y vivencias de fe y de religiosidad han sido dichas en la poesía, representadas en la narrativa o el teatro; igualmente en la música y en la pintura. Latinoamérica, un pueblo profundamente católico por varios siglos, es un ejemplo claro de este hecho. 

Mirando sólo el siglo veinte, nos encontramos tanto con novelas como con poesía cuyos derroteros transcurren a menudo por el mundo de la religión. La gran novela latinoamericana es muchas veces un recorrido por imágenes, festividades y devociones eclesiales y católicas. La tradición protestante en sus representaciones artísticas ha llegado menos al tronco principal de nuestra literatura. La influencia de la iglesia católica ha sido retomada una y otra vez. Por mencionar sólo algunos casos paradigmáticos podemos hablar de: El señor presidente de Miguel Ángel Asturias, Pedro Páramo de Juan Rulfo, Los recuerdos del porvenir de Elena Garro, Oficio de Tinieblas de Rosario Castellanos, El Cristo de espaldas de Eduardo Caballero Calderón, Hijo de hombre de Roa Bastos. Hacer una lista sería interminable, la vida del pueblo latinoamericana ha estado ligada a su religiosidad y un fenómeno tan significativo en el subcontinente como la expresión novelística necesariamente tenía que registrar esta realidad. 

La articulación entre literatura y cristianismo ha sido ampliamente estudiada. Vale la pena señalar el gran aporte de Charles Moeller, el teólogo belga que nos legó una obra insustituible en sus seis tomos de Literatura del siglo XX y Cristianismo, editada en español por Gredos. En lo específicamente latinoamericano, tenemos los estudios del jesuita Pedro Trigo, recogidos fundamentalmente en su estudio: La institución eclesiástica en la nueva novela latinoamericana. 

Vamos a detenernos en tres obras que transcurren por caminos muy diferentes: Al filo del agua, de Agustín Yañez, mexicano; El signo del pez,  de Germán Espinosa, colombiano y El Cristo feo de Alicia Yañez Cosio, ecuatoriana. Nos centraremos en las miradas teológicas que subyacen a los mundos novelísticos que estos autores y autora construyen. 

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